Reclamar la importancia de comunicar la cultura desde los museos es una demanda histórica y un reto emergente para la sociedad actual, a la que se le encomienda velar por el desarrollo cultural y formativo de sus habitantes. La museología de la educación, que goza en este momento de un buen estado de salud en España y en Europa, nos abre puertas ejemplificadoras para emprender proyectos museísticos pedagógicos y de recuperación del patrimonio educativo que dignifiquen el valor de la historia y la memoria de la educación. Justamente, en el ámbito de la comunicación y la educación patrimonial, la transferencia y la divulgación del conocimiento son funciones prioritarias para los Museos Pedagógicos, concebidos como laboratorios de aprendizaje encargados de poner en valor y difundir el legado patrimonial histórico educativo que nos pertenece. Estos museos tienen en sus manos la oportunidad de desarrollar una política de transferencia del conocimiento y de divulgación científica propia que acerque el conocimiento histórico educativo a la sociedad, con el fin de facilitar el estudio de la cultura de la escuela e implicar a la ciudadanía en la comunicación y expansión del patrimonio educativo. En cualquier caso, aunque estos museos vienen desarrollando una interesante labor educativa patrimonial, sigue siendo un reto pendiente ofertar más cultura científica informal a la sociedad, que evidencie opciones y oportunidades para comunicar y visibilizar vestigios y huellas materiales e inmateriales del pasado escolar. El museo pedagógico contribuye dignamente a la formación de una cultura patrimonial histórico educativa en la ciudadanía.